Un decálogo, un cambio de casa desde Lota a Los Ángeles -en la región del Biobío- narrado en diez aforismos, por Bárbara Saavedra. Fotografías en base a los textos por el colectivo Granada. Música por Hola Extraño.
UNO – 1
Sostendrás mi paso entre las mañanas de hielo ardiente,
Oirás los pequeños golpes de mis labios contra las nuevas calles.
Tu sorbos sentirán mis manos al entrar por tu boca
Soltarás mi cuerpo y la llovizna acunará lo demás.
Foto: Estefanía Henríquez
DOS – 2
Tendré dibujadas las plantas de los pies, con pequeñas huellas,
Y mis recorridos habrás de sobornarlos
Con recados de los tiempos que vendrán.
Se irán, se fueron… no hay sentenciados.
No hay sogas, ni recuerdos, ni cajas de madera, no hay mares.
Foto: Verónica Garay
TRES – 3
NO HAY MARES, NO HAY MARES, NO HAY MAR.
Foto: Loreto Vergara
CUATRO – 4
He cambiado pan por agua,
tú no sabes de vivir en los balcones.
Las ventanas que te envié por correo se traban,
Las cortinas se descosen,
las máquinas no prenden la luz.
Solución a corto plazo y el semblante inoperante de las mañanas
me corta las uñas a media lámpara.
Foto: Estefanía Henríquez
CINCO – 5
25 grados. Trecientos sesenta grados.
La feria inunda mis olores, libre.
– Las colas que se mueven sobre las carretillas. – Las manos que sujetan sus delantales a cuadrillé.
Y mi casera se marcha, no ha de verme.
Me dejó nadar en la profundidad de sus baldes.
Junto a la cabeza de pez,
me marché nadando entre sangre y tripas.
Foto: Loreto Vergara
SEIS – 6
Mañana volveré a escribir este relato corto.
Foto: Lucy Valdés
SIETE – 7
Tenía fechas inamovibles y las atrasé.
La cobardía es un poco más cómplice que antes.
Lo hice.
Tomé un par de bolsas negras y partí.
Las estatuas de sal no son reales.
Foto: Loreto Vergara
OCHO – 8
Mi abuela se quedó entre las hojas amarillas,
No agitó frente a mí su blanco pañuelo.
Nos miramos fijo y en sus ojos habían cuchillos dispuestos a clavarme.
Cruz y fiquen La.
Hace un par de días descubrí que se pintó el cuerpo junto a sus largos pasillos.
Son color verde agua y tienen olor a tierra, igual que ella.
Mi abuela no sabe que me fui.
Foto: Lucy Valdés
NUEVE – 9
Aún no logro llegar allí, no supe cómo.
Perdí la guía entre la sangre y el plástico de los baldes.
No quiero estar aquí.
No me gusta el lugar que pensaste para mí.
La casa no arde, la casa no arde, la casa.
No hay patio, no hay columpios, no hay flores.
NO ESTÁS TÚ
Foto: Estefanía Henríquez
DIEZ – 10
LOGRÉ LLEGAR, NO ESTÁS TÚ.
Si las miradas mataran, yo tendría vida eterna.
Foto: Verónica Garay